+CODE y cripto: cuando el arte contemporáneo supera al tradicional

+CODE es una organización de arte digital creada en 2015 que realizó un evento gratuito de criptoarte y arte generativo, donde hubo un meetup con artistas argentinos y una exposición de obras digitales.

Por Martina Mikuletz

La presencia del invierno es notoria, imposible de no sentir. El sol se va ocultando de a poco. No hay carteles ni indicaciones, solo una puerta antigua de madera con el número 632 colgado en una columna lateral. Como si fuera la entrada de una casa o un departamento en plena calle de Buenos Aires. El sonido del timbre lo confirma.

Se escuchan las llaves en el picaporte y la puerta chirría al abrirse. “Sí, este es el evento de +CODE. Vení, pasá”. Sobre el pasillo de la entrada al ingresar, cuelga una lámpara cúbica blanca. El camino guía al exterior: las paredes colorean un paisaje al estilo Van Gogh; en el fondo, una pequeña parrilla oculta y una mesada con un tocadiscos y dos parlantes en cada lado.

Al mismo tiempo, una escalera de tramo de hierro encamina al segundo piso. Allí, habita un balcón y ventanas con rejas que lleva a la sala principal del evento. Un mar de asientos de madera y de hierro achican el espacio, que son ocupados por rostros desconocidos. Entre ellos, el cerebro principal de +CODE. Asimismo, algunos entusiastas del arte se preparan para presentar sus historias. Se aproxima un discurso.

La sala ahuyenta el frío al comenzar a entibiarse. Los muebles alrededor están decorados con materiales de arte como cartulinas, pinturas, esculturas y las ventanas adueñan la pared frontal. El extremo izquierdo del salón acumula asientos y otros objetos artísticos, y su opuesto viste un espejo que, a su vez, es cubierto por una tabla de madera. Sobre ella, se proyecta la presentación de cada artista.

“Uno de los grandes aprendizajes que tuve es que me encantaron las infinitas variaciones y posibilidades que puede tener mi obra”, comenta Francisco Piaggio, criptoartista invitado mientras cuenta su experiencia y obras de NFT.

Cada uno presentaba y el último de la lista es Juan Vallejo. Un joven de cabello moreno, delgado, quien luce un sweater beige y unos pantalones ajustados. Sostiene un cuaderno rojo durante todo su discurso, como si fuera un amuleto protector. Los colores son su tema: navega por las etimologías del color y se hunde en un fanatismo de creaciones de artistas pasados. El espacio se convierte en una filosofía, en un repensamiento y en una fusión de los colores.

“Si no hiciera arte, me sentiría bastante perdido porque no sabría quién soy”, Juan Vallejo criptoartista invitado. Créditos: Martina Mikuletz.

Al terminar, se escuchan aplausos y los participantes se dirigen al segundo salón: una exposición de Arte Generativo. 9 obras, 9 artistas, 9 historias.

“Creo que lo que me interesa del arte es la experiencia. No busco significados, sentidos, narraciones”, opina Vallejo, el criptoartista invitado en el salón de exposiciones. “Lo que me gusta es dibujar una cosmovisión del mundo, capturarla y transformarla en una experiencia para los demás. Si no hiciera arte, me sentiría bastante perdido porque no sabría quién soy”.

La poca iluminación resalta las obras en pantallas táctiles, que brindan una cercanía al espectador. Cada una de las obras es acompañada por una marca, una huella del creador. Al mismo tiempo, no hubo ni un solo ruido, simplemente mentes volando en la imaginación y adentrándose en un mar de experiencias, colores y universos.

Exposición de artistas digitales. Créditos: Martina Mikuletz.

Un hombre se encuentra en la sala: de cabello negro liso, vestido con un abrigo azul oscuro de estilo inglés y zapatos marrones elegantes. Un rostro que se distingue de los demás: Cristian Reynado, el cerebro de la organización.

Según él, Argentina nunca tuvo un lugar para el criptoarte y estos eventos brindan nuevas oportunidades para aquellos artistas que trabajan con la tecnología. “No hay nada más contemporáneo que la tecnología”. Pensativo y curioso del futuro de su proyecto, opina que no le frustra la masividad: “Mi mirada tiene que ver con el impacto de cómo lo que mostramos y las conversaciones que promovemos pueden transformar la mirada de artistas”, destaca.

Ya oscureció completamente. La parrilla comienza a prepararse. Los aficionados del arte, vestidos con un estilo artsy, comparten ideas y opiniones de criptoarte mientras un DJ ambienta el lugar con música techno.

El evento termina, pero el arte aún persiste en las conversaciones y continúa, sin tener noción del tiempo.