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El implante cerebral que ayuda a las personas paralizadas a hablar

  • Foto del escritor: Maria Alejandra Betancourt
    Maria Alejandra Betancourt
  • 26 may 2022
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 13 sept 2022

Investigadores de la Universidad de California desarrollaron una neuroprótesis que permite a personas con parálisis severa comunicarse en oraciones, gracias a su actividad neuronal.


Por María Alejandra Betancourt.


El implante es una matriz de electrodos múltiples de alta densidad. Crédito: UCSF.


Una interfaz cerebro-computadora de restauración del brazo y la voz (BRAVO) es un sistema creado por un equipo de investigadores de la Universidad de California (UCSF), que establece una comunicación directa entre el cerebro y un ordenador, mediante la decodificación de la actividad neuronal.


El logro, que se desarrolló en colaboración con el primer participante de la investigación clínica, traduce las señales del cerebro al tracto vocal directamente en palabras y aparecen como texto en una pantalla. Así lo demostró el estudio recientemente publicado en el New England Journal of Medicine.


Aunque el dispositivo sigue en etapa de investigación, los resultados evidencian que podría mejorar la calidad de vida de aquellas personas que sufrieron lesiones en el sistema nervioso por causas congénitas, como una malformación; o adquiridas, entre ellas, las vasculares, traumáticas, inflamatorias y degenerativas.


La doctora Cristina Papayanis, médica neuróloga del Departamento de Evaluación de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), explica que esta tecnología, para poder utilizarse en la Argentina, debe ser sometida a un proceso de evaluación y aprobación rigurosa.


“Primero, debe requerirse el dispositivo como un producto médico y, luego, demostrar la evidencia científica. Pero puede ocurrir que, si es aprobado, las obras sociales no lo cubran por su alto costo”, agregó la Dra. Cristina Papayanis, médica neuróloga.


El implante se utilizó por primera vez en un hombre estadounidense de 36 años que, a sus 20 años, sufrió un accidente cerebrovascular (ACV). Como consecuencia, le produjo una cuadriparesia espástica y anartria, según evaluaciones de un neurólogo y un patólogo del lenguaje y habla.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que quince millones de personas en el mundo sufren un evento vascular cerebral al año. Sin embargo, el 80% de los casos son prevenibles, ya que la atención médica temprana reduce el daño cerebral y la posibilidad de muerte y discapacidad.


“El ACV es la causa principal de anartria; pero también lo es el daño neurológico perinatal, como la parálisis cerebral infantil. Esta ocurre a partir de una complicación en el parto: el bebé no recibe adecuadamente el oxígeno y se genera un daño difuso cerebral, afectando la habilidad motora", agregó la Dra. Papayanis.


La anartria es un trastorno en la expresión del lenguaje que consiste únicamente en la imposibilidad de articular los sonidos. Los movimientos de las extremidades son limitados y solo el individuo puede vocalizar gruñidos y gemidos.



Fuente: datos basados en el estudio de New England Journal of Medicine. Crédito: elaboración propia.


El participante (BRAVO 1) trabajó con los investigadores para crear un vocabulario de 50 palabras de uso diario que pudiera reconocer el dispositivo, a partir de la actividad cerebral. Para esto, se sometió a 48 sesiones para grabar su actividad cortical por 27 minutos.


“Actualmente, estamos buscando otro participante para expandir la prueba. El proceso de reclutamiento es muy selectivo, ya que es una persona

casi completamente paralizada, que debe trabajar con nuestro grupo de trabajo más de 4 veces a la semana”, enfatizó David Moses, ingeniero posdoctoral y uno de los autores del estudio.


David Moses, junto a su equipo investigador, desea que en el futuro el dispositivo sea completamente implantado, con un procesador básico para captar las señales y que se puedan transmitir mediante Bluetooth en un dispositivo inteligente.


Para conocer más sobre el trabajo de investigación, por favor contactarse con edward.chang@ucsf.edu. Si quiere saber sobre la empresa que creó el dispositivo, contactarse con Blackrock Neurotech.

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